COLUMNA: Sin Nombre
Por: Luis Arellano Sarmiento
MEXICALI. – “Sin pena ni gloria”, así fue la visita del presidente Enrique Peña Nieto a Mexicali el lunes 24 de julio.
Simplemente no dijo nada sobre los temas de mayor importancia, y como es costumbre en los presidentes de la república, el mandatario no se somete a las preguntas de la prensa y sólo relata “sus cuentas alegres”; algo muy similar al anterior “foxilandia”.
En Mexicali y todo Baja California la inseguridad ha alcanzado niveles como nunca antes en la historia, en los primeros meses de este 2017 los homicidios se han duplicado en comparación con el año anterior.
Los números no mienten y las palabras no sonaron huecas porque ni siquiera afrontó en su discurso el problema más grave: la inseguridad.
Sólo por mencionar un delito, de enero a junio asesinaron a 1 mil 011 personas en Baja California, cifra muy por encima de los 543 homicidios registrados en los primeros seis meses del 2016.
El presidente y su discurso fue aplaudido por la clase política de los tres órdenes de gobierno, también por los empresario y gente afín.
Lejos, muy lejos está que el presidente Peña Nieto tenga el respaldo y apoyo del pueblo, por el contrario, el repudio es notorio y se hace valer de los granaderos para que manifestantes no protestaran cerca de donde estuvo, en el Ejido Colima del Valle de Mexicali.
Seguramente es la tónica en todo el país, con un presidente iletrado que alcanzó el poder con el contubernio de las grandes empresas de comunicación, cuya manipulación masiva está acorde a los acuerdos políticos o económicos.
En su discurso se refirió al intenso calor que hace en Mexicali, pero no fue para ponerse del lado del pueblo que batalla para pagar el alto cobro de la electricidad, y anunciar una tarifa especial que favorezca al que menos tiene.
Cual libreto de televisión, habló de la inminente renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) el próximo 16 de agosto, e hizo una referencia preocupante, por la vocación entreguista que tiene el presidente: “hay áreas de oportunidad que en un acuerdo que tiene más de 20 años no se consideraron, sectores entre los que poco se habló, poco se trató, poco se convino o simplemente no se convino, y que hoy se pueden incorporar a partir de la actualización y modernización que hemos tenido de nuestra legislatura”.
También, el presidente se ufanó de que México es el primer país en prohibir el arte de pesca de enmalle, como parte del intento de salvar de la extinción a la vaquita marina, pero no dijo sobre un proyecto o programa extraordinario para ayudar a los pescadores de San Felipe y el Golfo de Santa Clara.
Peña Nieto vino a Mexicali a entregar la rehabilitación de los canales dañados con el terremoto del 4 de abril de 2010 en Mexicali, hace siete años. Según los agricultores todavía no está terminada la rehabilitación de los canales.
Reconoció que para Baja California el agua “es el recurso más escaso”, pero prefirió tomarse “selfies” con sus invitados especiales, cuando los reporteros lo abordaron para que dijera su parecer sobre la instalación de la cervecería Constellation Brands en Mexicali.
Cuan club de fans, el presidente accedía a tomarse fotos como lo hacen los fanáticos con alguien que sale en la televisión o el cine.
Otra pregunta para el presidente era ¿por qué no pide que Estados Unidos entregue el agua propiedad de los mexicanos resguardada en presas del vecino país?, esa que después del terremoto se tuvo que guardar y que se está evaporando, pero aún quedan 275 millones de metros cúbicos.
25 de julio de 2017.