COLUMNA: SIN NOMBRE
* Explotación laboral en el Ayuntamiento de Mexicali
Por: Luis Arellano Sarmiento
MEXICALI.- Les dicen “los meritorios” porque trabajan años sin recibir sueldo con la promesa de que algún día se les concederá una plaza laboral en el departamento de limpia del municipio de Mexicali.
No solo se trata de la violación a sus garantías individuales y derechos humanos, pues no tienen seguridad social ni médica, ni prestaciones ni aguinaldos, también se vislumbran delitos como peculado porque los jefes se adjudican el dinero de las horas extras, cohecho, abuso de autoridad, coalición de servidores públicos, y lo que resulte.
El l8 de julio de 2018, un joven de 26 años sufrió un accidente laboral cuando el sistema de planchado de basura del camión recolector le apachurró el pie derecho.
El hecho fue en el fraccionamiento Ángeles de Puebla, llegó la Cruz Roja por él y lo trasladó al Hospital General. Los responsables inmediatos le “ayudaron” a obtener el Seguro Popular.
El accidentado ya no ha regresado a su actividad de “meritorio”: Es claro que si no les pagan por el trabajo devengado diario, menos goza de la incapacidad por accidente en acción laboral.
El primer responsable es el presidente municipal de Mexicali, Gustavo Sánchez Vázquez, porque acepta que los “meritorios” existen, pero justifica que es un problema que tiene más de 20 años.
Entrevistado minutos después de terminar su Segundo Informe de Gobierno, el alcalde dijo que “sobre los ‘meritorios’ hemos hecho una primera valoración respecto a cuántos son; segundo, en algunos casos no aceptar de que algunos de ellos trabajan por algunos que sí tienen sueldo y eso no puede ser, por eso hemos recortado mucha gente de esta”.
El director de Servicios Públicos Municipales, Carlos Flores Vázquez, reconoce que son “unos doce” los “meritorios”; el Oficial Mayor, Óscar Ortega Vélez, al preguntarle sobre el tema responde que su responsabilidad solo es con los empleados del ayuntamiento de base o eventuales que tienen contrato. Y pues, ciertamente, esos más de 40 “meritorios” que diariamente recogen la basura en Mexicali obviamente no están en nómina.
Responsable también es la Síndica Procuradora, Blanca Villaseñor Pimienta, al no investigar las denuncias anónimas de quienes se sienten agraviados. Les dicen que deben ir personalmente y proporcionar sus datos, situación que los pondría en riesgo de despido o en nunca dejar de ser “meritorios”.
Dependiendo de las influencias o parentescos, un “meritorio” puede esperar de dos a ocho años para que le sea asignada la base laboral.
Los señalados directamente son el subdirector del departamento de limpia de Servicios Públicos Municipales, José Luis Piña Malagón, y el Coordinador de Área Xochimilco, Raúl Hernández Aguilera, este último compadre de la ex secretaria general del Sindicato de Burócratas y actual diputada por el Partido Acción Nacional (PAN), Victoria Bentley Duarte. También lo acusan de que el carro oficial asignado a su encargo, es utilizado por su familia deliberadamente.
El departamento de limpia en la ciudad de Mexicali tiene tres áreas: Xochimilco, Zacatecas y Progreso. En las dos primeras es donde están trabajando los empleados sin paga, curiosamente en la base de la Progreso –también llamada Poniente–, Sindicatura se percató de un “meritorio” y no permitió que trabajara allí un empleado sin contrato.
Pero en las otras dos bases no aplica el mismo criterio.
Hace unas semanas los “meritorios” se revelaron y dejaron de acudir un par de días para presionar que los contraten. La situación les trajo represalias y amenazas, por lo que terminaron cediendo.
Las injusticias para estos trabajadores son muchas, viven de las propinas que les da la ciudadanía y aparte, le tienen que pagar entre 50 y 100 pesos diarios al despachador del personal para cada ruta.
Como la autoridad no les hace caso, acudieron a los medios de comunicación para que la ciudadanía conozca su situación.
Casi todos los que ahora tiene la base laboral fueron “meritorios” mínimo dos años.
Al denunciar el abuso contra ellos destaparon “la cloaca” y evidenciaron el cochinero en el departamento de limpia.
La situación es la siguiente: hay tres turnos de trabajo y cada empleado de base gana 600 pesos diarios por su jornal, por el mismo trabajo los eventuales ganan 200 pesos diarios, los más de 40 “meritorios” no ganan nada.
El robo al erario empieza cuando un trabajador sindicalizado no va a trabajar –que es muy frecuente–, pero los encargados de la asistencia laboral les apuntan que sí acudieron a laborar y envía al meritorio a cubrir la ruta. En la catorcena el empleado faltista recibe sus 600 pesos como si hubiera asistido.
Una vez con esa complicidad ilegal entre el basificado y la autoridad administrativa, ese mismo día que no fue a trabajar le anotan que se quedó horas extras, es decir, como si hubiera laborado dos turnos seguidos.
Todo queda anotado en las listas de asistencia, ahí les ponen un “puntito” para saber qué día no laboró y por consiguiente realizar la tranza. Nomás van otro día y plasman las firmas.
El día más frecuente para faltar es el sábado. Cuando se llega la catorcena, el empleado de base cobra su cheque íntegramente con todo y las supuestas horas extras. Luego acude a la oficina para hacer cuentas: faltaste tantos días y se te anotaron tantos días de horas extras; el pago por los días no laborados se lo queda el empleado, los 600 pesos por las horas extras anotados se los regresa en efectivo a la gente bajo las órdenes del coordinador Hernández Aguilera. “Es un dineral el que reciben”, contaron los denunciantes, arguyendo que por cada empleado que está coludido, cada catorcena les regresa en promedio mil 800 pesos.
El jefe de las tres zonas, Piña Malagón también sabe de la ilegalidad de ese dinero de las horas extras.
En la base de Zacatecas hay un caso en particular, allí hay un empleado que recibe 7 mil pesos catorcenales por realizar su servicio de mecánico. De ese dinero que se roban, el área Zacatecas aporta 3 mil 500 pesos y Xochimilco otros 3 mil 500. El asunto es que esta persona sí trabaja en el lugar pero no tiene contrato alguno con el municipio.
El robo al erario se podría solucionar fácilmente si en el departamento de recolectores de basura tuvieran un checador electrónico, sería más difícil manipular las inasistencias, pero no hay voluntad política para eso.
Si sindicatura se pone a revisar esas listas de asistencia se daría cuentas de los tachones y cambios que hacen con corrector de tinta para maquilar el peculado: asistencia, faltas y tiempo extra modificado.
Si un día no fue a trabajar marcan la lista de asistencia con un punto, si aparte le anotaron horas extras le ponen dos puntos.
Es evidente que esos empleados que trabajan sin sueldo son necesarios pues si ellos realizan un paro, la recolección de basura se vería perturbada y la ciudadanía resultaría afectada.
En Servicios Públicos Municipales se han congelado plazas de jubilados, pensionados, despedidos o fallecidos, pero no han reemplazado esas bases sindicales aun cuando es necesario.
El viernes 5 de octubre pasado, el alcalde Gustavo Sánchez Vázquez anunció el 5.6 por ciento de aumento salarial a los trabajadores sindicalizados.
El edil se vanagloria que fue gracias a la disciplina financiera, austeridad y el manejo responsable de los recursos públicos lo que ha generado ahorros en el Ayuntamiento; también se ufana de que no ha otorgado una sola base sindical nueva en lo que lleva su gestión que cumplió dos años.
Como referencia en el 2017 fueron 269 bajas en el municipio por concepto de jubilaciones y pensiones, y en menor medida por fallecimiento. Ninguna de esas plazas se ha ocupado.
El manejo del tiempo extra es “la gallina de los huevos de oro” en el departamento de limpia, hasta a las secretarias que son administrativas, tienen su horario definido y no trabajan los sábados, les apuntan tiempo extra. También a los llanteros que reciben una compensación, cuando se supone que precisamente ese dinero es porque tienen que acudir a trabajar cuando la necesidad así lo amerite.
Los inconformes contaron que el coordinador Hernández Aguilera, llegó al cargo porque su comadre la diputada Bentley Duarte lo puso en ese puesto; cuando la legisladora fue dirigente del sindicato, el compadre fue el Secretario de Trabajo y Conflictos, quien se encargó de asignar los 54 basificados municipales de ese momento.
Antes de su llegada, ese cargo de coordinador era designado mediante votación democrática de la plantilla laboral.
El responsable de la explotación laboral y el robo de los recursos públicos destinados a las horas extras es el alcalde de Mexicali. Es quien tiene el poder para solucionar el problema.
Los “meritorios” llevan años soportando la injusticia porque son gente humilde, no tuvieron la oportunidad de estudiar la universidad y por eso los explotan, vejan, discriminan.
No cualquiera trabaja levantando la basura que la ciudadanía genera.
Cuando usted vea que llegó el recolector de basura, sepa que entre las personas que están trabajando para el municipio, hay quienes no reciben salario por su labor.
7 de octubre de 2018