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* En las garitas de San Ysidro y Otay.
Por: UABC
Tijuana, B.C., jueves 05 julio de 2018.- Investigadores de la Facultad de Ciencias Químicas e Ingeniería de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Campus Tijuana, realizan una investigación con el objetivo de conocer el impacto de las emisiones de carbono provenientes de automóviles en la salud de las personas que transitan en la zona de las garitas de San Ysidro y Otay.
El doctor Javier Emmanuel Castillo Quiñonez, coordina el estudio denominado “Evaluación espacio – temporal de metales pesados (carbono elemental y orgánico) en el aire provenientes de fuentes móviles en las garitas internacionales de Tijuana y San Diego”.
Con él se pretende medir los niveles de concentración de estos contaminantes que no están siendo monitoreados por la red de calidad del Estado, así como proporcionar una base de datos con los resultados a las autoridades correspondientes, en este caso la Secretaría de Protección al Ambiente, para que sean tomados en cuenta en la mitigación de la problemática.
Hasta el momento se ha descubierto que la mayor parte de los metales (zinc, calmio, cobalto, plomo, entre otros) provienen de las partes del automóvil que se desgastan, como las llantas y al ser algunos de ellos cancerígenos, afectan la salud.
Para realizar el proyecto se hicieron mediciones desde diciembre del 2016 y hasta diciembre del 2017, tiempo en el que se estudiaron los niveles de concentración en diferentes épocas, tomando como referencia el cambio de las estaciones climáticas.
Para la realización de este estudio se contó con la colaboración de la doctora Jenny Quintana, integrante de la División de Salud Ambiental de la San Diego State University y de la doctora Nina Bogdanchikova del Centro de Nanociencias y Nanotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México. Además, participaron alumnos de licenciatura y de posgrado de la FCQI y se obtuvo apoyo económico del Fideicomiso Empresarial de Baja California (FIDEM).
Comentó el doctor Castillo Quiñonez que a raíz del estudio se detectó la necesidad de ofrecer pláticas a los locatarios de las garitas para informarles de los riesgos y los efectos que tiene en su salud el respirar estos contaminantes.
“Esto no se va a solucionar con mediciones de un año, tiene que ser de manera continua para ver si los niveles son malos o si son bajos. Si no conocemos lo que estamos respirando y los niveles que tiene, ¿cómo vamos a educar a la gente?”, expresó.
Para ello, el investigador propone implementar un programa de educación, principalmente a nivel preescolar y primaria para concientizar a las nuevas generaciones sobre la reducción de contaminantes que se utilizan en la vida diaria.
