PregoneroBaja

Las muchas balas

Foto: Luis Arellano

Bicitecleando: andares por la ciudad

Por: Tomás Di Bella

MEXICALI.- Ayer mató una bala a una mujer que estaba pacífica en Guaymas. Ella estaba en la flor de la vida diciendo que ser mujer es lo mejor y lo peor en este mundo, en este país, en esta región. Dejó su espíritu para que los demás estemos tristes y además avergonzados. Como ella, muchas son las mujeres que son asesinadas, hechas nada, en la amalgama del nuevo gobierno que se dice feminista, incorruptible y todopoderoso. Pero las balas siguen zumbando, siguen llegando desde el norte, siguen matando. Una razón sería que es una bala perdida, que iban por otros, que son fallecimientos colaterales, todos estos argumentos de militares lenguajes. Somos civiles, no somos soldados en batalla. Somos periodistas, somos marchantes, somos migrantes, somos artistas, somos lo que somos, agricultores, defensores de nuestra agua, de la tierra que es de todos, de las calles donde comemos el maíz, de la casa que se derrumba y luego levantamos, de los patios y los jardines abandonados, de las asambleas a veces muy dispares, somos el sindicato, somos los obreros y las mujeres en las maquiladoras, las vendedoras de tacos, las que están en la calle ofreciendo el amor ancestral, las que vamos a la iglesia y no creemos más que en un dios justiciero, sin sacerdotes políticos o políticos sacerdotales, somos todos y la bala, esa que llega, rápida, pun pun pun, nos mata todos los días.

Son muchas las luchas, el agua, el territorio, la dignidad de la vejez, el derecho a la lectura, el rescate de las mujeres sin protección, los sindicatos dignos, los migrantes que son nuestros comunes; y no se queda aquí, en la región, llega desde todo el mundo y te hace temblar, como si fueses árabe, afgano, chiapaneco, sonorense o bajacaliforniano. Todos y cada una de nosotras no podemos cerrar los ojos, como los cierran los gobernantes, de antes y de ahora, ante el embate de no dejarnos ser tal y como somos: unos y unas siendo igualas e iguales.

Hay un plan; es el sueño que tenemos todos en la noche: las balas deben de ser abatidas. Yo no sé ya cómo decirles que la bala se va a quedar sola sin su túnel, ese que al fondo da luz.

27 de noviembre de 2021

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