* Piden reabrir el malecón y la playa pública; ¡Ya vamos a abrir! Respondió la alcaldesa
Por: Luis Arellano Sarmiento
SAN FELIPE, BC.- 10 de agosto de 2020.- Durante su visita a San Felipe, la presidenta municipal Marina del Pilar Ávila Olmeda fue abordada por un grupo de vendedores ambulantes, quienes le solicitaron la apertura del malecón y las playas públicas del puerto.
Los comerciantes ambulantes, reclamaron que la policía municipal está sacando de la playa a los pocos turistas que están empezando a retornar al puerto.
Incluso, el malecón de San Felipe también está cerrado y los mismos policías les dicen a los turistas que no pueden estar allí.
La alcaldesa les dijo que la pandemia de coronavirus aún está activa, por lo que la actividad productiva se restablece, pero paulatinamente, porque si hay un rebrote tendrían que cerrar todo otra vez.
Al escuchar que un comerciante dijo que si no los mata el COVID van a morir de hambre, la presidenta municipal expresó que en las próximas semanas reabrirían las playas y la libre circulación por el malecón, ya que se está trabajando en los protocolos.
La vendedora de cocos y piñas coladas, Nallely Ríos Acosta, indicó que le pidieron a la alcaldesa que los deje trabajar, pues tienen que pagar la renta, la luz y el agua.
En el mismo sentido, Omar Solís Morales, que se dedica a vender en la playa, explicó que otros malecones sí permiten la llegada de los turistas, pero San Felipe está rezagado.
Ávila Olmeda instruyó que les entregaran apoyos a los comerciantes que la abordaron.
Otro de los inconformes es Homero Borja, quien reabrió su local de ropa y artesanías apenas hace tres semanas.
Para subsistir, durante tres meses tuvo que trabajar de ayudante de albañil, aun teniendo su negocio propio desde hace siete años, refirió el comerciante.
Las ventas apenas están regresando, pero la policía corre a los bañistas de la playa pública, además de que estando cerrado el malecón no se acercan los turistas, reclamó.
El director de la policía municipal, Alejandro Lora Torres, reconoció que la tarde del sábado fueron retiradas de las playas entre 150 y 200 personas.
También, el domingo 9 de agosto, una agente de la policía municipal retiraba a los bañistas de la playa pública y el malecón, incluso les sugería que caminaran unos 200 metros, porque en las playas frontales a hoteles o campos turísticos, sí estaba permitido bañarse.