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Foto: Luis Arellano

Sangre en cobijas, galón de gasolina y testimonios de esposo y nieto, incriminan a abuela de niño calcinado

*      El DIF se lo quitó a los padres para entregárselo a la abuela; el ministerio público cotejó con testigos los dichos de la señora

Por: Luis Arellano Sarmiento

MEXICALI. –  30 de octubre de 2019.- Con las declaraciones del esposo y el nieto de la señora Ana Luisa, además de pruebas recabadas en la orden de cateo practicada a su domicilio, la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) solicitó la orden de aprehensión contra la abuela del niño localizado calcinado el sábado 19 de octubre.

Por vivir en un ambiente hostil con su madre y padre, el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) les quitó al niño Miguel Ángel de ocho años, y desde hace aproximadamente seis meses se lo dejaron en custodia a la abuela.

Ahora, la abuela del menor está acusada por homicidio agravado por razón de parentesco consanguíneo, y también por traslado e incineración ilegítima de un cadáver.

El 29 de octubre, la PGJE recibió las pruebas de ADN con las que pudieron constatar que el cadáver localizado, se trataba del mismo niño, por lo que solicitaron la orden de aprehensión contra la probable responsable.

El agente del ministerio público, Rafael Orozco Vargas, dijo a la imputada que el viernes 18 de octubre entre las 7 y 9 de la noche, golpeó al niño en la cabeza con un objeto contuso, lesiones que le ocasionaron la muerte. Todo eso en el fraccionamiento Misión de San Ignacio, al poniente de Mexicali

Luego, trasladó el cadáver a un lote baldío ubicado por la calzada Independencia y calle Real del Sol del fraccionamiento Hacienda Bilbao, mismo lugar donde le prendió fuego.

Con lo expuesto por peritos, ministeriales, testigos y familiares de la hoy imputada, fueron descubiertas las mentiras que dijo la abuela del niño para ocultar su crimen.

De hecho, quedó descartado que el menor haya sido sustraído violentamente por el padre, como acusó la señora Ana Luisa.

Mediante video grabaciones de cámaras de vigilancia, además de testimonios de vecinos que ese viernes tuvieron una fiesta, el ministerio público supo que la supuesta sustracción era mentira. En ese lugar de la calle Guillermo Prieto de la colonia Constitución, la señora nunca estacionó su carro ni llegó un pick up blanco con su yerno abordo.

En el registro de llamadas al número de emergencia, tampoco hay evidencia de una llamada reportando el hecho.

Instigado por la abuela, en su primera declaración ante la autoridad, el menor de 13 años dijo que él iba en el carro con la mujer cuando ocurrió esa sustracción del menor, luego confesó que él siempre estuvo en su casa con su otra hermana de 11 años, ambos hermanos de la víctima Miguel Ángel.

También declaró que su abuela le pidió que subiera un galón de gasolina al carro, luego la mujer les dijo a los dos menores que fueran a la tienda, y fue cuando abordó el carro con el niño y el galón.

Al regresar de la tienda, los dos niños encontraron a la abuela, y les comentó que llevaría a su hermano al doctor. El niño iba acostado, inerte, en la parte trasera del carro.

Los agentes de la policía ministerial, se dieron a la tarea de entrevistar a José Francisco, el padre del menor acusado por la abuela, también a Carmen, la hija de la mujer, quienes dijeron que no veían a su hijo desde que el DIF se los quitó para después entregarlo a la hoy imputada.

En su testimonio, el esposo de la señora detenida, declaró que ese viernes 18 de octubre trabajó hasta las 9 de la noche, por lo que llamó por teléfono a su casa para ver si su esposa iba por él al trabajo, sin embargo, le contestó el menor de 13 años y le dijo que la abuela había ido al doctor.

Arribó caminando a su casa como a las 11 de la noche, pero la mujer llegó hasta la una de la mañana, y le dijo “que se había metido en un problema, que le habían quitado a Miguel Ángel, que supuestamente había sido el papá del niño”, declaró el hombre ante el ministerio público.

En una segunda declaración ministerial, el concubino de la imputada dijo que desde el 19 de octubre, había “sentido muy diferente a Ana Luisa”, pues no le platica nada de lo que está pasando, que él la acompaña a donde le pedía, “pero se quedaba en el carro porque no quería saber nada que pueda comprometerlo”.

El hombre detalló que cuando acudieron al lugar donde encontraron al niño, la mujer “hizo un pancho”, porque “fue muy falso el show de llorar”, y sabía que estaba mintiendo porque cuando subieron al carro estaba como si nada hubiera pasado.

También, declaró que se dio cuenta que Ana Luisa estaba usando al niño de 13 años para que dijera lo que ella quería.

En la diligencia de cateo encontraron el galón de gasolina y rastros de sangre en una colcha y una sábana.

La jueza Patricia Orozco Galván formuló imputación por los delitos de homicidio agravado en razón de parentesco, también por traslado e incineración ilegítima de un cadáver.

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