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Hondureños detenidos se defendían de los robos y pedradas al albergue

Foto: Luis Arellano

*      A la vista rencillas territoriales y adicciones a las drogas

Por: Luis Arellano Sarmiento

MEXICALI. – 21 de agosto de 2019.- Previo a la detención de nueve centroamericanos que se hospedaban en el albergue El Camino a un Nuevo Amanecer, existió el antecedente que jóvenes problemáticos de la zona apedreaban no solo el albergue, sino también otras cuarterías que allí son frecuentes.

Incluso, semanas antes, esos vecinos señalados golpearon en grupo a un hondureño del albergue, y en otra ocasión a un haitiano que vive a menos de 70 metros lineales del refugio de centroamericanos.

Desde hace un año, ese albergue para centroamericanos ubicado en calle Celaya número 600 de la colonia San Isidro, es hogar de unos 40 migrantes que están esperanzados en obtener asilo político en Estados Unidos.

Una vecina narró que las rencillas entre centroamericanos y jóvenes de la zona tenía varios días, pues se enfrentaban en grupos lanzándose rocas.

La gota que derramó el vaso fue el asalto a un hondureño, a quien acompañado de su hijo le robaron el celular el lunes 19 de agosto.

Los extranjeros supieron en qué cuartería vivía el responsable y acudieron al lugar la mañana de martes 20, llevaban piedras y palos con los que rompieron una ventana de un residente que no tenía nada que ver en la rencilla territorial.

Fue cuando llegó la policía municipal y detuvo a nueve hondureños bajo la presunta responsabilidad de daño en propiedad ajena.

La mañana del miércoles, un agente de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) acudió a la vecindad donde está la casa dañada en avenida De los Reyes y calle Souza. Pero nadie salió a atender al agente.

Al ser el daño en propiedad ajena un delito que debe perseguirse bajo querella, el afectado debe acudir a interponer la denuncia y posteriormente ratificarla. Al mediodía del miércoles 21 de agosto nadie se había presentado a interponer demanda alguna.

Los centroamericanos seguían detenido y próximos a remitirlos ante el Instituto Nacional de Migración (INM).

El representante legal del albergue El Camino a un Nuevo Amanecer, Santiago Raygoza Cruz, coincidió en que un asalto fue lo que ocasionó que los hondureños fueran en grupo a reclamar al presunto responsable.

Una noche antes, los adictos de la zona lanzaron piedras al albergue, por lo que al amanecer los extranjeros apedrearon la casa donde viven los responsables.

Según el administrador del albergue, el hombre al que le robaron el celular no acudió a la refriega con los rijosos, incluso lograron que le regresaran el celular que le habían robado.

Raygoza Cruz aceptó que no todos los migrantes son apacibles, pues hay quienes tienen dificultades para la convivencia armoniosa y el seguimiento de las reglas.

Otro de los vecinos, con 30 años residiendo en el lugar, reclamó a los lugareños porque las piedras que lanzaban al albergue estaban cayendo en su casa.

También dijo que los centroamericanos consumían alcohol y marihuana en la vía pública, conducta que recriminó porque están a la vista de los niños.  

 

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