* Los dos adultos y el niño murieron desangrados
Por: Luis Arellano Sarmiento
MEXICALI. – 04 de julio 2019.- Desde la tarde de lunes primero de julio, Carlos Casillas Cisneros no respondió llamadas por celular, su padre y hermano fueron a buscarlo y notaron que en el domicilio no estaban tres carros.
El miércoles a las 8 de la noche llegaron al domicilio número 1799 de la avenida Chihuahua en la colonia Parcela 36, justo a espaldas de la vivienda empieza el cuartel sede de la Segunda Región Militar.
La familia del hombre llevó a un cerrajero y a las 10 de la noche pudieron ingresar a la casa, ahí encontraron muertos a Carlos, Laura Gabriela Manríquez Gómez, y al niño Cristian Ricardo, de 47, 23 y 10 años respectivamente.
El director del Servicio Médico Forense (Semefo), César González Vaca, informó que el hombre tenía 16 heridas de arma punzocortantes en el cráneo y el cuello; mientras que el niño murió por 9 heridas en las mismas partes; y la mamá del menor tenía 18 lesiones también en cuello y cabeza, con la salvedad de que a diferencia de los dos varones, la mujer fue degollada. Los tres murieron desangrados.
A las 2 de la tarde del jueves 4 de julio, la familia del hombre ya había acudido a identificar el cuerpo en Semefo; al niño y su mamá no habían ido a reclamar.
Un familiar del hombre asesinado, comentó que en la casa faltaban cosas de valor, además de tres automóviles, uno de ellos deportivo todo terreno con valor superior a los 20 mil dólares. Los que cometieron el triple homicidio, debieron ser más de tres personas, incluso conocidos de las víctimas, consideró el familiar.
Para el subprocurador zona Mexicali, Fernando Ramírez Amador, los cuerpos tenían entre dos y tres días de haber fallecido, pero no presentaban estado de putrefacción porque el domicilio estaba refrigerado.
En el lugar no se encontró el arma homicida, ni hay indicios de disparos de arma de fuego, mencionó el funcionario de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE).
Casillas Cisneros fue agente de la policía ministerial de 1998 a 2001, indicó el subprocurador.
No descartamos la posibilidad de que haya habido tortura, además de que los accesos no fueron violentados, por lo que la autoridad presupone que los homicidas eran conocidos de la pareja.
El domicilio cuenta con cámaras de video vigilancia pero no hemos localizado el DDR, aseguró Ramírez Amador.
Un cercano a la gente asesinada confirmó que los agresores se llevaron el sistema donde quedan grabados los videos.
También hay indicios de que una caja fuerte estaba vacía, el sujeto asesinado se dedicaba a la venta de carros, además de que en esa casa vivía y estaba habilitada para rentarla como parque de diversiones pues tenía patio y alberca.