* Buscan conocer la composición química de las partículas y si están asociadas a enfermedades.
Por: UABC
Mexicali, B.C., martes 10 de julio de 2018.- El proyecto “Evaluación de la toxicidad del material particulado respirable (PM2.5) de la ciudad de Mexicali”, es coordinado por el doctor Marco Antonio Reyna Carranza, jefe del Laboratorio de Bioingeniería y Salud Ambiental en el Instituto de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), Campus Mexicali.
El propósito de la investigación es conocer la composición química de las partículas y si están asociadas a las distintas enfermedades que se producen en la población, para informar a los tomadores de decisiones en materia de política ambiental, sobre qué acciones deben tomarse para proteger a los ciudadanos expuestos.
El PM2.5 son partículas que están entre 1 micrómetro y 2.5 micrómetros de diámetro aerodinámico, las cuales logran llegar a las vías respiratorias inferiores a nivel de alvéolos llegando finalmente al torrente sanguíneo que dependiendo de la composición química, la cantidad de partículas y su composición física serán las reacciones que presente el cuerpo humano.
Se estiman los efectos en la salud por las partículas que ingresan al tracto respiratorio dependiendo de los compuestos químicos que se encuentren en estas, las cuales se analizan siendo capturadas con anterioridad en filtros de monitores ambientales.
“La idea nace de la inquietud de conocer la composición química de las partículas que se respiran día a día. Mexicali es una de las ciudades más contaminadas del país y por ende se debe vigilar la contaminación, debemos tener claro cómo están compuestas químicamente las partículas, cuál es su forma física y su tamaño para poder entender porque nos enfermamos, o si realmente es una causa de enfermedades y muertes prematuras la exposición a la contaminación del aire”.
Se ha trabajado de manera externa con la University of Alberta en Edmonton, Canadá, Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias, Instituto Nacional de Salud, Secretaría de Salud, y la Secretaría de Protección al Ambiente.
Colaboran también en la investigación los doctores Miguel Enrique Bravo Zanoguera, Roberto López Avitia y Efraín Carlos Nieblas Ortiz, investigadores de la UABC.