* También la delación del dueño del carro con que realizaron el atraco; faltan por detener al conductor del carro y al que mayormente planeó el ilícito.
Por: Luis Arellano Sarmiento
MEXICALI. – 14 de septiembre de 2017.- Dos llamadas al número de emergencia realizadas el mismo día del asalto y asesinato del empleado de la Nissan, el rastreo de comunicación entre los participantes en el delito y la delación del dueño del automóvil en que perpetraron el hecho, fueron las bases de la investigación elaborada por la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) para esclarecer el crimen.
Detenidos tres de los imputados, aún falta por aprehender a Luis Rodríguez alias “el cuate”, quien fue el conductor del Honda Civic gris en que realizaron el robo que culminó con el homicidio del señor Manuel Sánchez Bueno.
Un día después de robar cerca de 410 mil pesos a la empresa automotriz, el apodado “el cuate” llegó a su barrio con un automóvil de nueva adquisición que según dijo, le había comprado a un tío.
El otro imputado que está prófugo es Jorge Montes, a quien la procuraduría acusa de conseguir con engaños dos automóviles Honda, además de ser quien invitó a jóvenes de su colonia a realizar “el jale” de la Nissan.
También es quien realizó la vigilancia de los movimientos que hacía el encargado de los depósitos bancarios de la empresa automotriz.
Ambos sujetos que no han sido detenidos son residentes del Fraccionamiento San Miguel, suburbio al poniente de Mexicali.
Con los hechos narrados por el ministerio público, la jueza Sandra Sofía Rubio Díaz decretó la vinculación a proceso y prisión preventiva para Jesús Florencio, Aldo Eliseo y Pedro David, este último joven de 23 años con antecedentes de homicidio cuando era menor de edad, y quien realizó el disparo que mató a la víctima, según las pesquisas de la autoridad.
El de nombre Jesús Florencio, cuenta con 22 años y es el empleado de la Nissan cómplice pues habría sido quien informaba los movimientos del hoy occiso. Apenas el 25 de mayo, el imputado entró a trabajar de bodeguero al resguardo de la herramienta del taller de la automotriz. El día del robo y homicidio tenía 13 días laborando en el lugar.
El trabajo de la PGJE, el mismo día de los hechos llevó a entrevistar al dueño del automóvil Honda Civic gris en que los hampones cometieron el ilícito; en esa ocasión el empleado de una frutería y carnicería de la zona centro de la ciudad, notificó que su carro fue robado justamente afuera de su trabajo.
Sin embargo, ese mismo testigo se retractó y volvió a rendir declaración el 22 de junio para decir que el prófugo Jorge le pidió su carro prestado con la promesa de que se lo regresaría antes de que terminara su jornada laboral. Dijo que conoció al presunto delincuente un año atrás en la Colonia San Miguel, lugar donde compartió vivienda con Aldo Eliseo, otro de los imputados presos.
El testigo narró que el día de los hechos una expareja le llamó para decirle que la policía lo estaba buscando, por lo que telefoneó a Jorge pero no le contestó. Luego el sospechoso le marcó y le ofreció 20 mil pesos a cambio del carro y su silencio, además de que lo amenazó y por temor a represalias fue que no habló, según relató en su testimonial.
La fiscal relató las palabras del testigo: “le dijo que no se asustara que le iban a pagar el carro, que no lo reportara porque lo iban a meter a la cárcel, que le hablaba y lo notó nervioso y le contestó ´que se habían chingado a un bato´”.
Otro de los testigos narró que el día de los hechos observó a varios sujetos y dos de los carros en que realizaron el ilícito, una Ford Expedition Verde y otro Honda que consiguió Jorge con el pretexto de estar interesado en comprarlo y quería calarlo.
Estos sujetos fueron vistos frente a la frutería que está frente al Parque del Mariachi, justo cuando fueron a recoger el otro Honda la mañana del 6 de junio.
Otro de los testigos claves hizo su declaración el 19 de junio, ese día contó que el 5 de junio se encontraba en el Colonia San Miguel cuando llegó la camioneta verde y Jorge fue a dialogar con los tripulantes.
Cuando el de nombre Jorge regresó, invitó a “el cuate” y a otro sujeto a participar en un robo donde les darían 25 mil pesos, el primero sí aceptó por lo que a la postre resultó el conductor del automóvil, incluso se ufanaba al contar que él había participado en el robo de la Nissan, según relataron dos testigos.
El mismo testigo expresó que ese día del hecho, él realizó dos llamadas al 911 para contar lo que sabía, por lo que de ahí partió la pesquisa de la procuraduría.
Otro de las personas que tampoco accedió a la invitación al atraco, comentó que el 5 de junio Jorge fue a recoger la pistola en el nuevo domicilio del Aldo, en el Fraccionamiento Los Portales, al sur de Mexicali.
También aseguró que no era la primera vez que le prestaban la pistola revolver 38 especial cromada.
Una vez con todos esos nombres y más que obran en la carpeta de investigación, la PGJE se dedicó a rastrear llamadas telefónicas en común, también lugares y horarios en que las realizaron, por lo que consideran que los cinco imputados, dos aún prófugos, son los responsables del homicidio del señor Sánchez Bueno.