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Incriminan a juez en el robo de 866 mil pesos

*       Afectado asegura que el juez se comunicó por lo menos 130 veces con el autor material del robo, incluso minutos antes y después del atraco.

Por: Luis Arellano Sarmiento

MEXICALI. – 15 de septiembre de 2017.- Por comunicarse telefónicamente por lo menos 130 veces con el autor material del robo de 866 mil pesos a un taller de motores, el juez calificador Rafael Pimentel Gallardo es acusado de coparticipación en el ilícito.

Además, el comerciante afectado sostiene que el autor material del robo y el juez calificador se conocen pues fueron concuños, por lo que en su calidad de funcionario público habría ayudado en el ilícito al decretar 18 horas de arresto al velador del taller.

Aunque el médico que valoró al velador esa noche del 8 de abril en la Comandancia de González Ortega, declaró ante la juez de garantías que por la forma de hablar, de moverse y la dilatación de las pupilas el detenido estaba intoxicado con mariguana, el dueño del taller mostró un examen antidoping que la procuraduría de justicia realizó tres días después, con resultado negativo a esa droga y otras cuatro.

Harto de los robos a su negocio pues maneja carretes de cobre que son caros, el señor Abelardo Granados Vallejo optó no solo por tener un velador en la puerta de su negocio, sino que también duerme en un sofá que está en la oficina, justo al lado de una ventana con visibilidad al área donde debe estar ubicado el velador.

Ese sábado 8 de abril a las 6 de la tarde contó, empaquetó y guardó el dinero en un escondite que solo su ex socio Víctor Manuel Martínez Roeniger conocía. Luego salió del taller aproximadamente a las 6 de la tarde a supervisar otros negocios que tiene cerca; la última vez que pasó por el lugar robado fue a las 10:30 de la noche y el velador estaba en su lugar.

Diez minutos antes de las doce, estando en su casa donde vive con su familia, al ver que uno de sus hijos saldría le encomendó que pasara por el taller y constatara que el velador estuviera en su lugar; una clave entre patrón y empleado es que si este último sale de un perímetro de unos cuantos metros, quiere decir que hay problemas.

El hijo le notificó que el velador no estaba en su lugar e inmediatamente acudió al taller ubicado en el kilómetro 13 de la carretera a San Luis Río Colorado, muy cerca de la comandancia de la Colonia Robledo, en la delegación González Ortega.

Al llegar al Taller Granados preguntó al velador de una empresa contigua, quien le notificó que a su velador se la había llevado una patrulla municipal tipo sedán.

Posteriormente, acudió a la comandancia de policía que está a menos de un kilómetro lineal, lugar donde preguntó y le dijeron que su velador estaba ahí detenido por lo que indagó el motivo de la detención.

Al solicitar hablar con el juez calificador le negaron esa posibilidad, incluso únicamente pudo hablar con un intermediario que le dijo que habían detenido a su velador porque no traía identificación ni un número telefónico para comunicarse con el dueño del lugar.

Al explicar que sí era su velador y querer llevárselo le dijeron que no, porque estaba bajo el influjo de la marihuana, por lo que le habían dado 18 horas de arresto.

Según el coordinador del Centro de Control, Comando, Comunicación y Computo (C4), José Ángel Vizcarra Reynoso, ese día y hora no tenía registro de alguna llamada solicitando la intervención de una patrulla por algún hecho irregular en el Taller Granados.

 

Una grabación evidenció al ladrón

 

A las 9 de la mañana del domingo 9 de abril el señor Granados Vallejo tuvo necesidad de dinero en efectivo para cargar gasolina, por lo que tomó el desarmador para sacar el dinero del torno donde lo guardaba, quitó la lámina de enfrente, metió la mano y no tocó nada, luego rodeó la máquina y se dio cuenta que la parte trasera estaba vulnerada.

Ese mismo día acudió a la gasolinería que está a unos 70 metros del taller, preguntó si habían visto algo extraño la noche anterior y uno de los empleados le dijo que sí, que su ex socio se había estacionado dentro de una manera sospechosa, incluso llegó a pensar que lo quería asaltar y no le quitó la vista del encima.

Acto seguido, solicitó ver las grabaciones de la cámara interna y así descifró la madeja.

En el video al que tuvo acceso este medio de comunicación, se evidencia la llegada de Martínez Roeniger en un automóvil sedán cuatro puertas, estacionándose por las bombas para carga de diésel no de gasolina.

Mal estacionado de forma inclinada, bajó del automóvil sin apagar las luces, luego abrió el cofre y se quedó varios minutos observando hacía el Este, rumbo a la calle de la comandancia Robledo.

Eran unos minutos antes de las 11:30 de la noche de ese sábado 8 de abril. En la parte superior de la imagen se observa al empleado de la gasolinería.

Con el cofre abierto, sin revisar mecánicamente el carro, el sujeto aparenta asomarse con dirección al Este, en la mano trae una bolsa vacía que deja sobre el motor. Como la grabación también tiene visibilidad a la calle, se observa que pasó una patrulla municipal y el ahora preso camina rumbo al taller perdiéndose en la imagen.

Aparentemente constató que la patrulla se detuviera y se llevara al velador del taller. El empleado también caminó a la banqueta y observó al Oeste. Después el ladrón regresó al carro, tomó la bolsa y caminó con dirección al taller: minutos después regresó con una bolsa evidentemente cargada, cerró el cofre y partió del lugar. El robo se hizo en unos cuantos minutos.

Con la evidencia testimonial y la del video, el ex socio del dueño del taller fue detenido el 12 de junio de 2017 en Atizapán de Zaragoza en el Estado de México, justo en la Calle Loma Alta 128 de la Colonia López Mateos.

Ante la denuncia presentada directamente en su contra en la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), el hoy preso huyó de Mexicali, pero quien hasta hacía seis meses había sido su socio lo conocía al grado de seguirle la pista.

El señor Granados Vallejo ubicó al imputado incluso antes de que el juez librara la orden de aprehensión, por lo que una vez concedida se la enviaron y pidió apoyo a la procuraduría del Estado de México, quienes a solicitud expresa del comerciante mexicalense detuvieron al acusado y la enviaron a Baja California.

Doce días después de esa detención, el juez calificador Pimentel Gallardo se comunicó vía telefónica con el señor Granados Vallejo, quien le dijo que sabía que él estaba implicado en el robo.

“El juez me escucha, y me dice señor Granados lo he escuchado por 32 minutos, pero déjeme decirle algo, usted desconoce mis conocimientos legales y desconoce los alcancen legales que yo tengo, -esas dos palabras me dijo- y déjeme decirle algo, usted no va a poder vincularme al robo gracias a mis conocimientos que yo tengo en abogacía”, aseveró el comerciante.

Después de que el comerciante le dijo todo lo que sabía, el juez calificador Pimentel Gallardo acudió a la PGJE a presentar una denuncia por extorsión contra Granados Vallejo, dijo el propio comerciante afectado.

 

 

Las llamadas que incriminan

 

Por este caso fue vinculado a proceso el policía municipal Raúl Esteban, quien fue detenido por su ser probable responsable de la coautoría del robo, pero que obtuvo su libertad debido a las bondades del Nuevo Sistema de Justicia Penal (NSJP).

Entre las personas que la defensa del policía solicitó estaban un superior jerárquico del agente y el juez calificador Pimentel Gallardo, ambos faltaron a dos audiencias a las que fueron citados por el juez del Poder Judicial de Baja California.

En la página de internet del 22 Ayuntamiento de Mexicali, específicamente en la nómina de la Secretaría del Ayuntamiento, Pimentel Gallardo aún aparece con el cargo de Secretario de Acuerdos, aunque el 2 de junio pasado fue designado Juez Calificador por el cabildo mexicalense.

Toda vez que el autor material del robo y el denunciante fueron socios, los números telefónicos están supeditados al pago de una factura que el señor Granados Vallejo siguió pagando.

Por eso pudo solicitar el desglose de llamadas que hizo su ex socio, encontrando un número que empezó a ser frecuente desde el 15 de marzo. El día del atraco hubo 12 llamadas en común, incluso fueron seis de ellas minutos antes de que se cometió el ilícito; al día siguiente otras 11 llamadas, por lo menos cuatro de éstas minutos después del ilícito.

Incluso hay llamadas registradas cuando el hoy preso estuvo en varios estados de la república hasta llegar al Estado de México; después el número del detenido fue dado de baja y el que atribuyen propiedad del juez dejaron de contestar.

Solamente en la lista de llamadas de un mes aparecen 130 comunicaciones entre el ex socio y el número que el comerciante afectado asegura es del juez calificador.

La liga que sostiene el señor Granados Vallejo es que aun siendo socios, el mismo Martínez Roeniger se ufanaba de tener “palancas” en la comandancia de Palaco, incluso proporcionó a los empleados el número de celular de su contacto, por sí algún día lo necesitaban.

El juez calificador y el delincuente detenido fueron concuños, aseguró el comerciante.

A sabiendas que el juez calificador Pimentel Gallardo fue cambiado a la estación de policía Noroeste, ubicado por la avenida Río Nuevo en el centro de la ciudad, este medio de comunicación acudió la mañana del viernes 8 de septiembre a solicitarle una entrevista.

Tras ir a preguntar al interior del lugar, una empleada de mostrador dijo que el juez no estaba en turno, pero se le insistió que indagara en qué horario podía encontrársele, a lo que nuevamente consultó internamente para decir que el juez en mención ya no estaba asignado a ese lugar.

Ese mismo día se insistió vía telefónica a la estación Noroeste, en dos ocasiones respondió la operadora y transfirió a una línea que nadie contestó, a la tercera llamada contestó la juez calificadora Elizabeth Ruiz quien aseguró que Pimentel Gallardo no estaba asignado a esa unidad.

Un día después, el sábado 9 de septiembre en la comandancia central de la Anáhuac, con la ausencia de la coordinadora de jueces calificadores, las encargadas de ventanilla comentaron que el juez Pimentel estaba en la unidad del Río Nuevo Noroeste.

Para el jueves 14 de septiembre se acudió de nueva cuenta a esa comandancia pero después de consultar adentro, el dependiente de ventanilla dijo que el juez no estaba asignado ahí.

Menos de media hora después en la oficina de la coordinadora de jueces calificadores, en ausencia de la titular salió el licenciado Óscar Castillo, para decir que el abogado Pimentel Gallardo ese jueves 14 de septiembre había salido de laborar por la mañana, justamente de la unidad Noroeste.

También dijo que en una reunión entre jueces calificadores realizada el miércoles 13, se había decidido que el juez regresaría a la comandancia de González Ortega, pero que hasta el domingo 17 de septiembre regresaría a laborar.

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